La mayoría de las personas escogen rines de aleación ligera (alloy) por lo bien que hacen lucir al vehículo, pero también existen beneficios de rendimiento, como los presentados a continuación:
Reducen la masa no suspendida al compararlos con los rines de acero.
Este es uno de los factores críticos que afectan la habilidad del vehículo de "agarrarse" a la carretera. La masa no suspendida es la porción del vehículo que no es soportada por el sistema de suspensión (i.e. rines, neumáticos y frenos); estos son susceptible al impacto de la carretera y las fuerzas al tomar curvas. Los rines de aleación ligera, al reducir el peso, proveen un control más preciso del volante.
Mejor aceleración y frenado.
Al reducir el peso de la masa de rotación del vehículo, los rines de aleación ligera, proporcionan mejor respuesta al acelerar o frenar.
Mayor rigidez
La mayor rigidez de una rin de aleación ligera de calidad, puede reducir significativamente la torsión del rin/neumático al tomar curvas. Esto es crítico, en automóviles equipados con neumáticos de alto rendimiento, en el cual las fuerzas laterales se acercan a 1.0g.
Enfriamiento de frenos
Los metales utilizados en los rines de aleación son excelentes conductores de calor, lo cual, mejora la disipación de calor de los frenos, lo que a su vez reduce la perdida de frenado en condiciones difíciles. Además, los rines de aleación ligera pueden ser diseñados para permitir una corriente de aire más fluída sobre los frenos.